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sábado, 1 de octubre de 2016

Un movimiento, una vida, de Oliver Sacks

Este libro corresponde a la decimoséptima edición del club de lectura de ALQS2D relativa a la tercer trimestre de 2016.

Oliver Sacks murió víctima de un cáncer el pasado año 2015 en su casa de Nueva York tras 82 años de una vida intensa. Nacido en Londres en 1933 en el seno de una familia de origen judío, fue educado junto con sus tres hermanos de forma estricta al modo británico por sus padres, ambos médicos, llegando a graduarse en medicina de la universidad de Oxford. En 1960 se trasladó a Estados Unidos donde desarrolló diferentes cometidos como profesor y médico especialista en cuestiones neurológicas. Su personal visión de las experiencias con unos pacientes que precisaban atención continua dieron lugar a muchos de sus libros comenzando en 1970 con «Migraña». En 1973 publicó con gran éxito «Despertares», que fue llevada a la pantalla con Robin Williams y Robert de Niro como actores principales bajo la dirección de Penny Marshal, siendo nominada para varios Óscar. En su haber tiene una larga lista de artículos y libros publicados, con la neurología como tema central, entre los que podemos destacar «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero», publicada en 1985. Llevó una vida azarosa y controvertida, entregado a sus pacientes pero con Fuertes controversias con las instituciones en las que trabajaba o colaboraba. Profesor en varias universidades, fue distinguido en su país de origen como Comendador del Imperio Británico y sus libros han sido traducidos a más de una veintena de idiomas.

El libro que comentamos hoy es una biografía completa de su vida, abierta y sin tapujos, en la que se reconocen cuestiones que normalmente quedan ocultas como su homosexualidad y ciertos momentos de vida desordenada por asuntos de drogas, alcohol o relaciones personales. Es su propia vida, sobre la que realiza una profunda introspección para dejar constancia. Junto a todo ello, su vida profesional activa como médico en hospitales, universidades e instituciones de caridad, siempre cerca de los pacientes e investigando nuevas formas médicas de paliar su dolor y su retraimiento del mundo, pues no en vano su especialidad eran los asuntos neurológicos. Un relato que alterna pasajes descriptivos del modo de vida de norteamericanos e ingleses a mediados del siglo pasado aderezados con episodios de lenguaje técnico-científico de una cierta profundidad pero escrito con claridad para poder llegar a cualquier tipo de lector. Quizá fuera interesante empezar el libro por el final donde figuran una serie de fotografías muy ilustrativas de su vida que nos pueden dar una idea de la misma.

Desde que leyera hace años «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero», que me dejó buen regusto, no había vuelto a acercarme a la obra escrita de este autor. Resuelve con maestría y elegancia el plasmar en el relato de temas técnico-médicos de forma que puedan ser leídos por lectores no versados y que en algún momento pudieran llegar a cansarse por falta de comprensión. Pero las continuas referencias a su vida personal, a sus relaciones, su descarnado relato valiente y sin tapujos mantienen al lector atento y fiel a la lectura sin pensar en ningún momento en abandonarla. Fue criticado por sus colegas médicos, alegando que era mejor como escritor que como médico, pero esta controversia no hace sino atraer más si cabe al simple lector que de paso puede aprender comportamientos neuronales de la mente humana que le sean de utilidad en su propio vida. Pocos meses antes de su muerte, al serle diagnosticado el cáncer, mantuvo una creciente actividad que puede seguirse en las hemerotecas de los diarios con muy reflexiones acertadas y recomendables; Sacks expresó su intención de vivir el poco tiempo que le quedaba de una forma rica, productiva y profunda. Escritura científica y escritura divulgativa, ambas fundidas en los libros de Oliver Sacks. Probablemente no sea el neurólogo mejor del mundo pero seguramente si uno de los más conocidos.

Ahora toca hacer un hueco en la apretada agenda de lecturas personales para dar cabida a «Despertares» como un paso previo al visionado de la película, inédita para mí.

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