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sábado, 31 de mayo de 2014

El buen uso del español, Real Academia de la Lengua

Como su propio título indica, no es un libro de lectura, sino de consulta. Para tener a mano como libro de cabecera por las personas interesadas en escribir correctamente siempre y cuando, claro está, se escriba. En los tiempos actuales no se lleva mucho eso de escribir, quizá todo lo más mensajes cortos en las aplicaciones del teléfono móvil o correos electrónicos tecleados deprisa y corriendo con alguna que otra… incorrección, aunque se entiendan.

Aunque no es de lectura, me lo he leído. A ratitos, a pequeños sorbos, he podido constatar lo poco que sabemos, perdón, que sé, acerca de nuestra lengua y de cómo se usa de forma correcta. Normas de todos los tipos y colores acerca de un idioma más bien complejo y al que hay que dedicarle tiempo si se quiere usar bien. Aparte de las letras y sus combinaciones, el uso de los signos de puntuación tiene sus intríngulis y no digamos ya temas candentes como acentos, adaptación de extranjerismos, concordancias, género, derivaciones, latinismos, prefijos o sufijos, preposiciones, conjunciones, pronombres artículos… así hasta una eternidad de conceptos y usos que marean hasta el más pintado a poco que se preocupe por hacer un uso correcto de ellos.

Es cierto que los correctores automáticos de los programas de ordenador ayudan una enormidad en la creación de textos, pero flaco favor nos haríamos si confiáramos ciegamente en ellos a la hora de poner de forma pública un texto. Por mucho que se esfuercen en detectar palabras individuales y frases, no pueden llegar, nunca podrán llegar, al cien por cien de los matices de nuestra querida lengua, el español, que no el castellano, aunque muchas veces se confunda o se utilice sinónimamente.

Un libro muy bien encuadernado, avalado por la Real Academia Española de la Lengua y la Asociación de Academias de la Lengua Española, que tiene un precio alto muy cercano a los 30 euros pero que en mi caso puede ser considerado como una muy buena inversión, no solo por su lectura sino por su contenido y la posibilidad de consultarlo a la mínima duda que me surja. Los apéndices, con temas como conjugaciones, numerales, abreviaturas, símbolos o la lista de países, con sus capitales y gentilicios, son una delicia como referencia ante las dudas. Por ejemplo, como se llamaría a un habitante del recientemente creado país o nación de Sudán del Sur? Pues, está claro: sursudanés, una palabra que el corrector automático de textos da como inválida.


sábado, 24 de mayo de 2014

Desayuno con particulas, Sonia Fernández-Vidal



“Tienes en las manos un ensayo sobre física cuántica, así es.
Un momento, por favor, ¡espera!
No dejes que eso te asuste y sueltes el libro de golpe.
¿Aceptarías una invitación a desayunar ?”


Con estas frases nos oferta la autora continuar su lectura o arrojar la obra contra la pared. Y con esta frescura continua la narración en un recorrido por la historia de la ciencia, de la física en particular, entretenido, ameno, divertido en ocasiones, original y aclaratorio.

La teoría cuántica es una de las más ignotas, ásperas y asombrosas realidades de la ciencia contemporánea. Acostumbrado al conocimiento convencional de la física conforme al modelo de Newton, y desde mi precaria condición de estudiante de letras, la inmersión en este extraño mundo me parece apasionante. Cualquier libro que sea capaz de acercarte a esta realidad es bien recibido. Este lo es. 
El extraño comportamiento de las partículas elementales conforme a leyes arbitrarias cuyo conocimiento global aún se desconoce se nos explica en este libro de una manera informal, en un desayuno, como has leido, al que se te invita nada más abrir las páginas. 
Irás acercándote a concepto espesos de la física moderna, sin complejas formulaciones matemáticas, ni definiciones, en una narración espontánea y ágil, haciendo un repaso desde las ideas más básicas de la física convencional, expresadas por los griegos hasta Newton como cesura, con la aportación de Einstein en su teoría de la relatividad que deshizo y cuestionó los cimientos de las teorías y conceptos físicos, abriendo una brecha aún no cerrada. 
En el viaje, en los diálogos con el escritor Francesc Miralles, al que va instruyendo en la materia, te encontrarás con famosos físicos e intelectuales de la historia y con cuestiones académicas más o menos olvidadas en la adolescencia.
Entre magdalenas, átomos, donuts, viajes al pasado, café con leche, aceleradores de partículas, zumos de naranja, neutrones y electrones, emprenderás un fascinante y divulgativo recorrido a los orígenes del universo, hacia el abismo de lo más pequeño cuyos arcanos estamos comenzando a descubrir.

En la obra se explica el concepto de materia, con las particularidades de las fuerzas que existen en la naturaleza, la nuclear fuerte y la nuclear débil, la electromagnética, la gravitatoria, su presumible composición describiendo sus caprichosos poderes de atracción y de repulsión. Aprovecha este desayuno para explicarnos con detalle aspectos del cosmos, condensados en los estudios emprendidos por físicos del laboratorio CERN (Consejo Europeo para la Búsqueda Nuclear) fundado en 1945, y que continúan en el desafío de esclarecer la física cuántica en un viaje ineludible hacía nuestro futuro.- Una búsqueda repleta de insospechadas posibilidades energética para la humanidad. 
Los amantes de la ciencia ficción de este blog se sentirán muy cómodos entre las páginas de esta obra.

Al final incorpora la autora interesantes anexos con explicativos conceptos y teorías dispersas por el libro expresados de manera muy sencilla. Un manual de autoayuda para ignorantes, como es mi caso, en la física de partículas que nos abre las puertas a la compleja estructura del universo. Una vez leído este suculento viaje no serás un experto en la materia, ni siquiera podrás asegurar haber entendido todos los conceptos en el formulados, pero si tendrás una idea global y sólida sobre la complejidad y paradógica composición del mundo cuántico.
Muy interesante y atractivo. Se lee de un tirón.


Además la escritora es una experta en el tema, Doctora en Física Cuántica, que en el 2003 trabajó en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en el proyecto del nuevo acelerador de partículas Large Hadron Collider (LHC), que se dio a conocer como divulgadora y con un libro de similar formato, con Quantic Love, convertido en uno de los imprescindibles en las cabeceras de las librería en la sección de divulgación científica.-


 


viernes, 23 de mayo de 2014

breve Historia de Alemania, Hagen Schulze



BREVE HISTORIA DE ALEMANIA HAGEN SCHULZE La capacidad de autoregeneración de la sociedad alemana es una evidencia histórica que a todos nos sorprende.- Como Nación, Estado, concepto demográfico o ideológico, el problema alemán ha significado, sobre todo en los dos últimos siglos una emergente pesadilla. Representó un latente potencial de agresión para los países limítrofes, cuyas consecuencias se tradujeron en dos guerras mundiales, la muerte de millones de personas en el conflicto y la segregación territorial como secuela de la segunda Guerra Mundial. Ahora, somos testigos y víctimas, una vez más, de la prosperidad financiera e institucional de la República Federal de Alemana, dentro de la Unión Europea, marcando exigencias de política financiera e imponiendo su rodillo de sociedad pujante en el ámbito internacional, que demuestra su ductilidad histórica.-
Para entender las causas y motivos de la situación actual de cualquier país el mejor baremo es el estudio de su historia. Sondeé listados en bibliografías y en la red sobre libros que abordaran la trayectoria alemana y todos hacían referencia a esta sencilla obra como uno de los textos refundidos más sencillos pero precisos sobre el tema.
Compendiar en 345 páginas todo el devenir de éste Estado implica resumir, condensar y omitir en exceso. Así la lectura en algunos pasajes, como el de la explicación del concepto de Alemania, dada su compleja abstracción espacial, poblacional y cultural resulta un poco confuso, dado el interés del autor de comprimir al máximo los distintos planteamientos.
Pero las últimas doscientas páginas, donde se describen los dos últimos siglos están explicadas con sencillez y profusión de datos, con comentarios menos dispersos y políticos en un enfoque más directo y comprensible.
No pretendo hacer una resumen de lo que de por si es una síntesis, pero si quiero recomendar este libro, sobre todo porque en él se defienden conceptos incontrovertibles, que además comparto.
Uno de ellos es la particularidad alemana en cuanto a sus procesos revolucionarios. Si todo levantamiento para demoler instituciones supone un alzamiento, en Alemania los procesos de revolución tendentes a la unificación han venido dirigidos e iniciados por las más altas instituciones, o a iniciativa de jerarquías como en el caso de las Guerras de Silesia por Federico II el Grande, o Federico Guillermo IV de Prusia en la revolución de 1.848. Estos aldabonazos diluyeron el seudofeudalismo en que permanecían adormecidos los distintos territorios independientes hasta propender a una unificación que se dirimía entre la “Gran Alemania” y la “Pequeña Alemania”, dependiendo de si el modelo incluía o no los territorios austriacos.
Otro corolario del modelo alemán es la intensa implicación e intervención del sistema de enseñanza, centrada en la explicación en el modelo de Universidad,  que emergió con pujanza a comienzos del diecinueve como propulsor de las iniciativas empresariales y de las modificaciones en la estructura social. Una universidad viva, creativa, que derivó en los Centros Superiores de Investigación generadores de tecnología e innovación. Sin figuras salidas de estos centros docentes como Willheim von Humboldt, Einstein, Planck, Fissher, Haber o Von Laue , sin el estimulo de su ejemplo, Alemania no habría alcanzado la preeminencia actual
Cuestión principal es la participación del ferrocarril como símbolo e instrumento indispensable para ramificar y permitir un modelo económico estable y fluido, imprescindible para la explosión de la productividad alemana, lo que propicio nuevos focos de actividad industrial, basados en la implantación de sistemas eficaces de comunicación y tránsito de mercancías.- En este sentido, tomo el testigo de otros países pero superó con creces la red viaria en pocos años en el siglo XIX.- Luego extendió el modelo empresarial a la industria automovilística y aeronáutica con los resultados por todos conocidos.
Un libro interesante, conciso, con una exposición bastante amena, sobre todo en los apartados relativos al nacismo, este abordado con brevedad y una objetividad pasmosa, la posguerra y el epílogo del último capítulo, en donde hace un valoración desapasionada y brillantes sobre el pasado y el futuro de Alemania.



Un rey golpe a golpe, Patricia Sverlo

Poco podemos decir sobre la autora de este libro, Patricia Sverlo, más que nada porque es un nombre detrás del que no hay una persona física conocida, pues se trata de un seudónimo. Se ha especulado mucho sobre la personalidad real de un único autor, posiblemente periodista, que supo recopilar mucha y muy variada información publicada y de otros colegas sobre el tema para armar este libro. Fue publicado por Miatzen en Francia, para evitar la censura, propietaria de la revista «Ardi Beltza», vinculada a los sectores de la izquierda independentista vasca y que traducido significa «La oveja negra». Comenzó su andadura a finales de los años noventa, emulando al equipo de investigación del diario «Egin» y siendo finalmente cerrada por una acción judicial. En esta entrevista al periodista Gómez Parra se desvelan algunos aspectos sobre esta publicación y sobre su autor, pero no su nombre real. El libro fue presentado en Madrid y se estima que llegó con una segunda edición a los veinticinco mil ejemplares antes de que fuera puesto de forma libre en la red donde ha tenido una expansión explosiva. Muchas personalidades lo tendrán y lo habrán leído aunque nunca lo reconocerán. En todo caso, y como reza en su portada, se trata de una biografía no autorizada del rey de España, don Juan Carlos de Borbón.

El libro comienza así: «El mayor tabú informativo de España es abordado por primera vez con una dureza sin precedentes en una biografía no autorizada que promete levantar ampollas». Se trata en él de forma pormenorizada la vida pública y privada de Juan Carlos de Borbón, dando pelos y señales de multitud de hechos, unos conocidos y otros no tanto, por haber sido silenciados a los largo de muchos años en los medios de una forma sistemática. No olvidemos que según la Constitución Española, «La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.». Por ello, no hay duda de que los medios mantienen una cortina de silencio en torno a los asuntos de la monarquía. En los últimos tiempos los controles son menos férreos o más difíciles de llevar a cabo y la información sobre el Rey y la Casa Real es más fluida y directa. En un escrito titulado «La libertad de expresión choca con la Monarquía» atribuido al abogado Juan Manuel Olarieta Alberdi, se puede leer lo siguiente:
Durante décadas la falta de noticias críticas sobre la monarquía hizo que la prensa extranjera hablara de un acuerdo firmado en 1976 entre el gobierno y la Federación de la Prensa, que estuvo vigente durante toda la transición. El supuesto pacto de silencio se justificó por el desapego popular a la monarquía durante los primeros años del post-franquismo coronado, que obligaba a protegerlo frente a críticas peligrosas que hubieran sido inevitables con la libertad de prensa.
La figura de Juan Carlos de Borbón está inextricablemente ligada a la Historia reciente de España. Hechos como sus relaciones con Franco o con su padre Don Juan en el exilio, su participación en la llamada Transición o en el Golpe de Estado del 23-F forman parte de nuestra historia reciente y no están, a mi juicio, lo suficientemente aclarados o desvelados. Con la publicación en el año 2000 de este libro, cuyos ciento veinticuatro mil vocablos se leen de manera fluida y con avidez, quizá despertando lo poco o mucho que de cotillas tengamos todos, algunas cosas han cambiado de forma radical. A la vista de informaciones recientes, es posible que algunos hechos requieran una actualización, pero eso no va en ningún caso en detrimento del contenido del libro, un relato valiente sobre un «curriculum» cuando menos azaroso y sembrado de hechos, algunos de los cuales son incuestionables, como por ejemplo el que varios de los amigos del protagonista, pertenecientes a las élites financieras de este país han estado en la cárcel envueltos en escándalos e incluso su propio yerno lleva varios años siendo investigado por la justicia, con entorpecimientos flagrantes de unos y otros. Sobre este asunto, en estos días de mayo de 2014 ha visto la luz el libro «La intocable», de los periodistas Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, referido a la figura de la infanta Cristina, supuestamente desconocedora de los tejemanejes de su marido.

Hay algunas cosas claras tras la lectura de este libro, que dependerán de la credibilidad que otorguemos a los hechos en él relatados y su coincidencia o no con otros libros o publicaciones. Lo que es cierto, por el momento, es que el autor, al estar en el anonimato, no podrá recibir las felicitaciones por tan atrevido y demoledor relato. Gran parte de la población española y especialmente los más jóvenes, estamos recogiendo ahora los frutos de la siembra que se hizo hace años; informaciones como la contenida en el libro nos pueden ayudar a entender muchas cosas.


martes, 20 de mayo de 2014

La historia secreta del sr. White, Juan Gómez-Jurado

@JuanGomezJurado sorprendía el pasado día 15 de mayo de 2014 a sus seguidores en twitter, nada menos que 150.000, con una oferta de trueque en la que se invitaba a comentar alguno de sus libros en Amazon, lo que tendría como regalo este libro, «La historia secreta del sr. White», que como se puede ver en la imagen pulula alrededor de su último libro «el Paciente» publicado a primeros de año y del que nos hicimos eco en este blog, tanto en el encuentro con el autor como en un comentario sobre el mismo.

Los que somos «juangómez-juradoadictos» sabemos que nos tendremos que pasar unos meses sin libro que llevarnos a los ojos, pues los libros no se hacen como churros, especialmente si son documentados y trabajados como los de Juan. Por ello, este relato, si bien no muy extenso, se agradece, y más si te lo envía el propio autor a tu correo electrónico y en un periquete lo tienes en tu e-reader presto y dispuesto para su disfrute. No sé cuántos tuiteros habrán respondido al envite pero a buen seguro que han puesto el correo de Juan a echar humo.

Al principio del libro se especifica claramente que «No leas este libro hasta haber concluido EL PACIENTE . Aquí se desvelan detalles que podrían afectar al disfrute de la lectura». Como quiera que cumplo las condiciones por haber dado cuenta de «el Paciente» meses atrás, me he enfrascado en la lectura de sus diez mil quinientos vocablos que se me han esfumado en un periquete dada su amenidad. En pequeños flashes nos relata la vida del sr. White cuando es niño, donde ya apunta maneras trayendo a raya al portero de su edificio y a su niñera francesa, luego de joven estudiante de psicología donde consigue aprender de las ratas y hacer que su profesor pase a mejor vida, y así avanza hasta convertirse en un perfecto maquinador y asesino cuya personalidad alcanza el cenit en el libro, forzando al doctor Evans hasta donde sabemos los que hemos leído el libro.
«Las ratas tenían sus cosas buenas, dedujo. Al menos eran más listas que los humanos. Vivían en sus casas, se alimentaban de su comida, y eran muy difíciles de aniquilar. El truco era que no las viesen. Moverse dentro de las paredes.»
Como digo, un aperitivo que se agradece en la espera que se hace eterna hasta nuevas entregas de este autor.

Cuando el pasado despierta - Olga Rico Cadavid

@olgaricocadavid es gallega de Pontedeume y licenciada en Medicina y Cirugía además de poseer el título de Procurador. Reside y trabaja en Oviedo como médico de Urgencias. Ha escrito varios relatos y novelas cortas pero esta es su primera novela.
La noticia de su publicación me llegó a través de un familiar de Olga, Marga, con la que he compartido bastantes años de relación profesional y seguimos unidos por las redes sociales, vaya para ella mi agradecimiento.

La novela transcurre ubicada en una ciudad de 'provincias', no identificada por la autora y tiene muchos personajes que se recuerdan perfectamente, pero con dos claros protagonistas, Elvira y Lorenzo.
Elvira es una atractiva y competente enfermera que dedica la mayor parte de su tiempo a cuidar a su padre, que padece Alzheimer, y Lorenzo es un comisario de policía,  bien parecido, viudo y con un hijo con deficiencias físicas y mentales. 

Los múltiples personajes que aparecen en la novela, tienen relación con los protagonistas, ya sea por un motivo nimio o crucial en la vida de ambos, y cuando ellos coinciden y se enamoran el uno del otro, empiezan a detectar ciertas diferencias de criterio, en cuanto a personajes relacionados con ellos, que desde mi humilde opinión la autora narra en el momento oportuno, y con una maestría que recuerda a un escritor muy experimentado.

No quiero desvelar ni el más mínimo detalle de la novela, solo mostrar que me ha parecido una novela fantástica, porque hay intriga, amor, ese regusto de novela negra y cuando ya parece que en el final está todo aclarado, aún surgen nuevos hechos que clarifican aun más la historia vibrante que nos muestra lo mejor y lo peor de los seres humanos.

Quien empiece la novela, se sentirá totalmente enganchado, en muchos aspectos me ha recordado a alguno de mis escritores favoritos, acabar un párrafo o capítulo con una sorpresa que nadie se espera, y que sabes que hasta dentro de media hora no te vas a enterar de ello, no puedes dejar de leer, y eso es tan bonito para mi....

Pues eso, sin mas detalles, una maravillosa novela, con un lenguaje sencillo, con varias historias de amor, adornadas con violaciones, asesinatos, y con una trama IMPRESIONANTE.

Disponible en papel y electrónico a precios absolutamente razonables, estoy seguro que Olga nos hará pasar muy buenos ratos con futuras novelas.

viernes, 16 de mayo de 2014

El Río del Edén, José María Merino


Premio nacional de narrativa 2.013. Una novela dura, contundente, reflexiva que nos abre los ojos a realidades incómodas pero latentes en nuestra sociedad.


José María Merino (A Coruña, 1941) comenzó en 1976 con Novela de Andrés Choz, a darse a conocer en medios literarios, y obtuvo en 1.985 el Premio de la Crítica por su novela la orilla oscura. Actual miembro de la Real Academia Española, tiene una fructífera producción con obras de diverso género como, Las crónicas mestizas,  Las visiones de Lucrecia, El heredero o El lugar sin culpa, lo que le avala para acreditar calidad y prestigio para escribir esta obra por la que ha obtenido con merecimiento el Premio nacional de narrativa 2.013.
Silvio es un adolescente especial. Tiene una discapacidad cognitiva genética. El mismo se autodenomina “Chicodaun”. Junto con su padre Daniel, emprende un viaje por el cauce de un río ubicado en Guadalajara de sinuoso trazado, circundado por escarpados farallones. Ambos comparten el dolor de la reciente perdida de Tere, madre y expareja, consecuencia de un prolongado proceso de recuperación de un grave accidente de tráfico. El motivo del viaje es depositar las cenizas de la fallecida en una laguna al final del recorrido. Durante la narración comprobarás que no existe un solo viaje, sino dos, simultáneos, paralelos e igual de inquietantes.-
Uno de ellos se asienta y escribe en presente, donde padre e hijo, comparten conversaciones, vivencias propias de la excursión, condicionadas por la precaria comunicación entre un niño discapacitado, inmerso en un confuso mundo de realidad y fantasía, donde tienen cabida diálogos con la “urnamama”, la mochila que porta las cenizas, sobre extraterrestes y repleto de fantasías extractadas de los cuentos, leyendas, multimedia y de las narraciones compartidas con su madre. Un mundo confuso, extraño, complejo pero accesible con limitaciones.
El otro recorrido, más árido, es hacia el pasado, donde Daniel evoca los trazos de la relación con Tere, que comenzó con un noviazgo consumado en un primer encuentro en este mismo paraje, donde disfrutaron de la agreste soledad, de una incipiente intimidad, donde lo bautizaron como el “Rio del Edén”, que se usa como título de la novela. En este retorno a la génesis de la relación repasa los distintos períodos de la pareja. El álgido noviazgo, la separación por causas académicas y profesionales, la estabilidad socavada por el demoledor efecto del nacimiento de un niño subnormal devastando la normalidad marital. Durante esta retrospeccción, técnicamente un diálogo entre el narrador y el personaje de Daniel, recapitula, indaga, y recapacita sobre los acontecimientos, los errores en el fracaso de la pareja imputables a él. Confiesa el deleznable desprecio hacia su hijo, incapaz de asumir su condición de incapacitado, la cobardía de su abandono, las traiciones hacia Tere, como esposa, madre y persona. Despliega reflexiones citando matices sobre la dualidad de su carácter. Un Daniel, unas veces piadoso, conciliador, emotivo, benévolo y otras, las más, intolerante, suspicaz, taimado, traidor, desleal, pueril, intransigente, rencoroso, precavido, maligno, rabioso. Una reata de defectos que descubre sin pudor al lector.
La novela, pese a saberse desde un principio la consumación de los hechos básicos del argumento, mantiene abierto siempre el interés. Esto lo consigue el escritor escondiendo parte de la información, nunca del todo proporcionada. Faltan matices, datos, cuestiones ocultas de cada personaje y mantiene la tensión narrativa desvelándolos con cicatera maestría, a un ritmo creciente que sólo el final de la novela desvanece.
En la obra se abordan cuestiones como la discapacidad, la enfermedad, el derecho a una muerte digna, la traición, el egoísmo, la dificultad de las relaciones de pareja, las segundas oportunidades ofrecidas en la vida, todo ello en el envoltorio de una excursión que nos enfrenta a cuestiones transcendentales, en un relato estructurado a la perfección, medido de extensión y contenido que enciende el interés en el transcurso de la lectura.-
Una obra de fácil lectura y repleta de mensajes.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Agonizar en Salamanca, de Luciano G. Egido


Luciano G. Egido es un es un ensayista, poeta y narrador salmantino, nacido en 1928, que ha recibido varios premios nacionales y regionales a pesar de haber publicado su primera novela muy tardíamente, a la edad de sesenta y cinco años: «El cuarzo rojo de Salamanca», premio Miguel Delibes 1993. Posteriormente obtendría el premio Nacional de la Crítica en 1995 con «El corazón inmóvil». Siendo profesor de la universidad de Salamanca publicó varios trabajos sobre la figura de Miguel de Unamuno. En 2009 vio la luz «Los túneles del paraíso», una novela que narra la accidentada construcción de un tramo del ferrocarril entre Salamanca y Portugal en el último tercio del siglo XIX.

Este libro trata de los últimos meses de la vida de Miguel de Unamuno y Jugo, escritor, poeta y filósofo español, transcurridos en Salamanca en el año 1936. Fallecía el 31 de diciembre de 1936, en plena guerra «incivil» donde «los hunos y los hotros» le amargaron la existencia. Había días y lugares, horas y sitios, en que el ambiente de la calle lo es de una «insolencia salvaje que es hija de una enfermedad colectiva, de una  locura comunal» Y todavía era mayo, cuando faltaban dos meses para que la locura comunal devastara cualquier esperanza…

«Los pecadores de liberalismo corrían peligro en aquel tiempo confuso de 1936. Aquel viejo se sentía amenazado y con él, todo su mundo incluidas sus ideas». Unamuno fue presa de fuertes contradicciones internas en los prolegómenos de la Guerra, -- «Que cándido y que ligero anduve al adherirme al movimiento de Franco»--, alineándose precipitadamente con los insurgentes, lo que le costó su puesto de rector de la universidad salmantina, si bien al poco tiempo los sublevados le restituyeron en el cargo.

«Semanas más tarde, todo aquel horror acumulado acabaría explotando en sus textos privados y en sus conversaciones íntimas; pero, mientras tanto, seguía justificando la rebelión militar, a sabiendas de que sus razones iban perdiendo consistencia y que los cadáveres continuaban amontonándose en el cementerio y que los fusiles no se callaban ni para dormir».
«Pero lo que más le afectaba a aquellas alturas de la guerra, aparte del desencuentro consigo mismo y su consiguiente desazón, era el horror de la muerte, la violencia consuetudinaria, el genocidio institucionalizado, del que iba dejando constancia en sus papeles privados».

El día 1 de octubre se supo en Salamanca la noticia de que, en Burgos, la Junta de Defensa Nacional había nombrado al General Franco jefe del Gobierno del Estado. «Aquel hombre viejo respiró, dentro de lo que cabía, aliviado, pues tenía una buena opinión de aquel general…»

Asediado por sus convicciones humanísticas, no pudo más y el 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la universidad y con motivo del Día de La Raza, con la presencia de Franco y todas las fuerzas vivas, explotó en un «huracán verbal», un iracundo discurso, «el más vehemente e inoportuno que hubiera podido pronunciar» por el que fue fulminado, retirado de la universidad, confinado en su domicilio y vigilado constantemente como si de una cárcel se tratara, para impedir su fuga fuera de España. «El exilio interior, que sería un componente intelectual de la próxima historia de España, empezó con aquel hombre viejo, que tantas otras situaciones posteriores inauguraría. Fue entonces cuando extremaron las medidas de seguridad en torno a él… Solo en caso extremo se le eliminaría con discreción y de momento había que reducirle al silencio y vigilarle, nada de matarle, ni dejarle escapar a Inglaterra.

En sus últimos días… «A las visitas que venían les decía que se encontraba muy bien; pero le entristecía pensar que estar bien era no pensar, no escribir, no hacer nada, pasar horas eternas arrebujado en el brasero, dormitar a veces, dejarse invadir por la molicie de la inanidad, irse convirtiendo en una cosa, que ni piensa, ni siente, sobre todo ni siente».

No he podido resistirme a la recomendación que días atrás me hiciera en este blog uno de sus contribuidores, Javier Lee, con motivo del comentario sobre el libro «El atroz desmoche» en donde se reflejaba la contestación de un Unamuno, viejo pero vigoroso, a Millán Astray tras su grito de « ¡Mueran los intelectuales!»: «venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis».  No es este libro una biografía al uso, pues comprende únicamente los últimos meses de vida del biografiado, meses intensos, de grandes contradicciones en la época convulsa del año 1936 en España. El autor aprovecha los últimos momentos de su vida para recuperar la obra y el pensamiento de este insigne español y adentrarnos en su humanismo y su filosofía a través de comentarios acerca de su vida, su obra, sus amistades, sus cartas y sus escritos. Un relato emocionante, para leer despacio, para disfrutar aún a riesgo, así ha sido en mi caso, de no llegar a aprehender todas las ideas contenidas en sus líneas, magistralmente plasmadas por el autor en una redacción algo rebuscada, para mi entender, pero agradable e impactante.

Por lo mágico que puede tener la despedida de una persona de su biblioteca, reproduzco el siguiente texto en el que se describe el momento en que dn. Miguel, apreciando que llega su fin, dona su biblioteca a la universidad.

«Hay como un ensayo de adiós a la vida con esta entrega de las llaves de su biblioteca, con la que aquel hombre viejo se despedía de sus libros, miles de volúmenes leídos, anotados, consultados y vividos, era una especie de autoinmolación ensayada. Comprados con avidez de catecúmeno, usados con perentoria necesidad de huérfano y guardados con avara complacencia de agradecido, aquellos libros, parte de sí mismo, equipaje precioso de su vida, dejaban de pertenecer al dominio de su objetividad, para convertirse en objetos públicos de consumo.»

martes, 13 de mayo de 2014

La gran desmemoria, de Pilar Urbano

Pilar Urbano es una periodista y escritora valenciana nacida en 1940 que lleva muchos años bregando en el mundo del comentario político en diferentes revistas y diarios de tirada nacional, como ABC, El Mundo o Época, habiendo colaborado también en radio y televisión. Como resultado de un periodismo de investigación que domina, cuenta con varios libros sobre temas de actualidad, algunos de ellos relacionados con el entorno de la Casa Real Española que no han estado exentos de polémica, especialmente este que comentamos que no ha gustado nada a las familias de sus dos principales protagonistas, especialmente por las afirmaciones sobre la participación del rey en el luctuoso suceso de la historia de España conocido por todos como el 23-F que tuvo lugar en 1981. Pilar fue testigo directo de este acontecimiento al encontrarse en ese momento en la tribuna de periodistas del Congreso de los Diputados. Según ella misma manifestó «tuve una metralleta a un palmo de mi cintura. No me tiré al suelo. Aquella tarde y aquella noche supe de un modo definitivo que la libertad vale más que la vida».

El libro es un relato pormenorizado y detallado de la época que en España se conoce como «Transición» y que tuvo lugar a la muerte de Francisco Franco, tras cuarenta años de dictadura, para regenerar la vida democrática en España y la recuperación de las libertades y derechos civiles. Nombrado y defendido a capa y espada por el Rey en los primeros momentos, Adolfo Suárez fue designado como director del proceso en el que se empleó a fondo a pesar de las zancadillas de unos y otros. Fechas, sucesos y personajes son relacionados con sumo detalle para dar forma a la historia que la autora nos transmite y que tiene su punto culminante en las discrepancias y enfrentamientos entre los dos principales protagonistas en las fechas previas al 23-F, narrados instante a instante, en un engranaje perfecto. Tras ello, una sucinta información de lo que fue después la vida de Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia española complementado con numerosos documentos, fotografías y comentarios al final del libro para apoyar el relato.

La lectura de este libro será diferente según que los lectores hayan vivido o no esa época y con qué edad la vivieran. En mi caso, comenzando ya la madurez, me ha hecho rememorar muchos sucesos de aquella época que ya va quedando lejana en la memoria. Dicen muchos que es mejor mirar hacia adelante y si no olvidar el pasado al menos congelarlo. Pero yo soy de la opinión de que la Historia, con mayúscula, se repite machaconamente, por lo que debiéramos todos aprenderla con todo el detalle posible para estar preparados cuando se nos presente de nuevo. Nada de esto hacemos y así nos va. El libro consta de casi 330.000 vocablos por lo que podemos considerarle un libro «gordo». Normalmente y para facilitar la fluidez de lectura, intento obviar en mis lecturas las notas al pie, pero no lo he hecho en este; recomiendo no perderse ni una pues dan peso a la historia además de justificarla, siempre desde el punto de vista de la autora. Si los hechos fueron así como se relatan o fueron de otra manera, eso solo lo sabrá cada uno de los personajes intervinientes, muchos de ellos ya fuera de este mundo. Pero cada cual decidirá el grado de verosimilitud y credibilidad personal derivado del relato. Mi relación con el 23-F fue especial pues no me enteré de nada de nada hasta las siete de la mañana del día 24, cuando descendí del cercanías en la estación de Recoletos en Madrid y noté algo raro en Cibeles y el Ministerio del Ejército al caminar hacia mi trabajo. Había leído información sobre el asunto, como «Anatomía de un instante», de Javier Cercas, pero me he alegrado de disponer de un nuevo punto de vista sobre estos hechos.

El subtítulo del libro es una incitación más que atractiva a sumergirnos en sus páginas: «Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar». Más luz, otra luz, sobre historias que nunca se contaron y que nunca supimos porque no hubo demasiado interés en ponerlas en claro en un absurdo intento de borrón y cuenta nueva. Pilar Urbano pone la cara, a riesgo de que se la partan, con una historia detallada y sobre todo valiente, en un fenomenal trabajo de recopilación e investigación que solo uno de los protagonistas podría matizar, lo que no hará con toda lógica debido a su cargo. Lo que no he entendido han sido los comentarios provenientes de la familia del fallecido Adolfo Suárez al que, en mi opinión, se le muestra en el libro como un hombre íntegro en sus convicciones, honesto en su ejercicio político y valiente en su proceder en contra de todos, incluso amigos y colaboradores.



domingo, 11 de mayo de 2014

Cuando llegan las musas Cómo trabajan los Grandes maestros de la Literatura, Raul Cremades Angel Esteban

C dónde, cuándo, escriben los escritores profesionales. Lees ciertos libros y te asalta la curiosidad sobre el ceremonial del autor en el proceso de creación. Indagar las domésticas o académicas liturgias necesarias para la elaboración y la consumación del la obra. Saber si lo hace en un ordenador, en un determinado procesador de texto, si usan como Ken Follet hojas de excell como  recursos para controlar la inmensa lista de personajes de sus novelas sin incurrir en errores estructurales. Saber si acuden a un mero cuaderno de notas, o utilizan cuartillas ordenadas o lo hacen en un controlado glosario de apuntes. Que lugares y contextos prefieren para alumbrar sus escritos.
Raul Cremades y Angel Esteban en esta obra que nació en 2.002, hacen un estudio ensayístico ligero en el que se acercan a dieciséis escritores consagrados, la mayoría de ellos hoy ya fallecidos, biografiándo con brevedad su trayectoria literaria, entrevistándose en ocasiones con ellos o con miembros de su familia o de su entorno profesional, centrándose en los particulares, las manías, las pautas seguidas en la escritura de sus libros. La selección de los autores es variopinta, exclusiva de habla hispana, abarcando todos los géneros, desde el teatro de Buero Vallejo, a la poesía de Rafael Alberti , Pablo Neruda, el ensayo en Octavio Paz, pero sobre todo acometen el análisis de novelistas, como Miguel Delibes, Varas Llosa, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Cortazar, Saramago, Mario Benedeti entre otros.
Tienta realizar un resumen de cada autor, pero excede los parámetros de éste blog y es mejor acercarse a a cada uno de ellos en una lectura atenta según las preferencias del lector.
Lo que sí quiero transmitir en esta reseña son las sensaciones captadas en los distintos métodos o pautas de algún escritor, las humanas debilidades ante el arduo trabajo de la escritura, lo absurdo y emotivo de algunas de ellas.
El desorden de Rafael Alberti, capaz de escribir en cualquier lugar en todo tipo de formatos, regalando dibujos de palomas en lugar de autógrafos;
La supersticiosa cita de Isabel Allende todos los 8 de Enero, fecha en la que ineludiblemente inicia todos sus novelas, fiel a su conocida fama de mujer creyente en fuerzas paranormales;
Perplejidad, al descubrir que Borges nada más despertar se precipitaba a escribir o narrar sus pesadillas, pues en las experiencias oníricas basadas casi todos su relatos, antes que la vigilia apagase su recuerdo;
 Sorpresa, al conocer que el circunspecto Miguel Delibes emborronaba en cuartillas de papel las mejores páginas de sus novelas escritas sobre una mesa de Ping-Pong en vacaciones estivales, rodeado de niños correteando a su alrededor y estupor e incredulidad al conocer que la inspiración para convertirse en escritor,devino de la pulcritud y calidad de un manual de Derecho Mercantil estudiado mientras preparaba oposiciones;
El efecto hipnótico de la inmensa sabiduría de Julio Cortazar, quien era capaz de abordar cualquier tema de manera arbitraria, en una exposición oral improvisada que podía extenderse durante toda una noche, dejando a sus oyentes abrumados por su conocimiento y maestría oratoria;
Hilaridad, al imaginar a García Márquez, escribiendo en sus tiempos de autor consagrado con un mono de trabajo, rodeado de las margaritas de un florero y música de fondo. Incluso existen trabajos sobre el efecto de la música compositiva en su escritura;
Tristeza y emoción al pensar en Carmen Martín Gaite abrazando sus cuadernos de apuntes, donde escribía sus libros antes de trasladarlos al papel. Al expirar, sentenciada por la enfermedad, pidió sus cuadernos para morir sintiendo la textura del papel, pues la literatura, esbozada en sus cuadernos, era aquello que más le arraigaba con la vida.
Os ánimo a leer este libro, a la vez, una pequeña historia informal de la literatura hispánica contemporánea y una completa relación de las técnicas, hábitos y costumbres de estos escritores, que gustará a los aficionados a la lectura y a la escritura.

martes, 6 de mayo de 2014

Canadá, de Richard Ford

Richard Ford es un escritor norteamericano que cuenta con setenta años en la actualidad al haber nacido en 1944 y que pertenece al grupo denominado «escritores sobre realismo sucio» por el contenido de sus publicaciones. Según ha referido él mismo en algunas entrevistas, sufrió una ligera dislexia lo que desarrolló su interés por la literatura pudiendo haberle ayudado como lector, al tener que leer más lento y a un nivel más reflexivo. Este libro fue publicado en 2012 pero la fama le sobrevino en 1995 a consecuencia de la publicación de «Independence Day», segunda entrega de la trilogía titulada Frank Bascombe y que obtuvo el premio Pulitzer y el PEN/Faulkner para ficción.

Dell Parsons es el protagonista principal de la historia, que narra en primera persona. Cuenta quince años en el momento de los hechos principales, al igual que su hermana melliza Berner y son hijos de Beverly y Neeva, un matrimonio desestructurado en continuas disputas. El padre ha sido licenciado de las Fuerzas Aéreas norteamericanas al verse envuelto junto con algunos indios en chanchullos relacionados con el suministro de carne a la base aérea. Viven en Montana, en la localidad de Great Falls, donde andan siempre a la cuarta pregunta porque aunque la madre trabaja como maestra, el padre anda de aquí para allá en diferentes trabajos sin concretar ninguno. Dell solo piensa en aprender cada día más y sueña en el comienzo de las clases en el instituto en unas semanas cuando su padres son detenidos por la policía. Metido de nuevo en problemas económicos por hacer de intermediario entre los indios y el ferrocarril para el suministro de carne robada, no tiene otra ocurrencia que asaltar un banco en el vecino estado de Dakota del Norte acompañado de su mujer, a cara descubierta y en su propio coche. Llevados a la cárcel, Dell y Berner, a sus quince años, se quedan solos en casa a la espera de que los servicios sociales se hagan cargo de ellos. Berner huye y Dell es recogido por una amiga de su madre que lo traslada a Canadá bajo la tutela de un hermano suyo que regenta un hotel y que en su día tuvo que huir también por problemas con la justicia. Allí Dell comenzará una nueva y dura vida que durará pocas semanas hasta tener que marchar de nuevo a la aventura. La tercera parte de esta historia, corta pero muy reveladora, desvela de un plumazo el resto de la vida de esta familia.

La lectura me ha recordado mucho el libro «Una mujer difícil» de John Irving y quizá también «Las uvas de la ira» de John Steinbeck o «Un árbol crece en Brooklyn», de Betty Smith, todos reseñados en el blog, por la manera de describir a los personajes y el ambiente de vida americano de diferentes épocas del siglo pasado, un mundo que conocemos por libros y películas, lo que pudiéramos denominar como la «américa profunda». En este libro se trata de los años 60, aunque el autor confiesa que son recuerdos almacenados en la mente de Dell de cincuenta años atrás. La lectura, que pudiera resultar algo lenta y detallada por momentos, me ha resultado muy agradable y contiene numerosas enseñanzas en sentido positivo sobre la vida que bien pueden ser aplicadas a uno mismo hoy en día en la forma de afrontar las situaciones que se nos presentan. En cierto modo, Bev como padre y luego Arthur Remlinger como tutor, ambos con un carácter violento, transmiten a Dell ciertas máximas que le ayudan a conducirse en la vida y afrontar los problemas. Una lectura muy recomendable, bien cadenciada y que deja un buen sabor de boca al finalizar, especialmente tras la lectura de la tercera parte que es fundamental en la comprensión de la historia. Consta de 512 páginas en su edición impresa que contienen algo más de 154.000 vocablos.

Hasta aquí mi cosecha particular. Al haberse tratado de este libro en la reciente reunión de un Club de Lectura puedo incorporar las aportaciones escuchadas. Una de ellas, de Javier Lee, que nos tiene acostumbrados a excelentes reseñas en este blog, hace mención a la maravilla que supone las estructuración del argumento; como el autor adelanta los hechos pero mantiene nuestra atención para conocer cómo se desarrollan, con una limpieza ejemplar que hace que el estilo no se note. También hizo mención a las moralejas que se desprenden entre las que destaca que una persona puede quedar condicionada de por vida por actos ajenos. Otros comentarios de asistentes han hecho ver la verosimilitud de los personajes, teniendo en cuenta el mundo americano y la época en que se desarrollan, su recorrido y su psicología, el tratamiento de las épocas y el fiel reflejo del desarraigo típico de la sociedad que lleva a los miembros de la familia a no relacionarse con nadie de su entorno. El libro mantiene un tono positivo dentro la desesperación de sus personajes y lo mejor que se puede decir de él es que es, simplemente, elegante.

A continuación algunas frases que destaco y un mapa actual de los escenarios principales en los que se desarrolla la novela.
Saber cosas se convirtió en algo muy importante para mí, con independencia de cuáles fueran esas cosas.

Pero culpar a los padres de las dificultades de tu propia vida al final no te lleva a ninguna parte.

Le dije a mi padre que tampoco yo me sentía de Alabama, lo cual pareció divertirle. Dijo que éramos todos norteamericanos, y que eso era lo que importaba.

Cosas que hiciste. Cosas que nunca hiciste. Cosas que soñaste. Al cabo de un largo tiempo se juntan todas.

La segunda no me vino a la cabeza hasta que leí la crónica de mi madre —décadas después de que se quitara la vida en la cárcel— y me enteré de que mi padre me quería a mí de cómplice, no a ella.

Teníamos quince años. Pero la edad no importaba realmente. Eran unos hechos ciertos a los que teníamos que enfrentarnos, y la edad no cuenta en esa realidad.

Tu vida va a ser variada y emocionante antes de que te mueras. Así que procura centrarte en el presente. No te niegues a las cosas, y asegúrate de tener siempre algo que no te importe perder. Eso es importante.

No siempre podemos elegir nuestros comienzos

Florence me había dicho que la vida nos la entregaban vacía, y que nuestra tarea consistía en inventar cómo ser felices.

Mi madre dejó escrito en su crónica que, para mí, aquello que se oponía a lo obvio siempre merecía estudiarse detenidamente. Pues podía resultar ser la verdad.

Cuando pienso en ello ahora, cincuenta años más tarde, desde un siglo distinto, veo que tal vez percibí entonces que Remlinger podía pegarles un tiro a Jepps y a Crosley, pero que aún no lo había decidido totalmente y que iba a seguir actuando como si fuera a limitarse a negarlo todo.

Hasta ese día, trataría de conciliar todos los buenos consejos que había recibido: generosidad, aceptación, renuncia, buscar la longevidad, dejar que el mundo venga a ti, y, con todos ellos, labrarme una vida que vivir.

jueves, 1 de mayo de 2014

Canta Irlanda Un viaje por la isla esmeralda, Javier Reverte

Un viaje por Irlanda de la letra de Javier Reverte.
Esta nueva entrega de literatura de viaje del autor se fragua en los recuerdos de su juventud como corresponsal y en sendos recorridos por el país, estructurados en los apuntes tomados en su estancia en 2.004 y consolidados en una nueva visita en 2.012, para redactar este texto final. 
El planteamiento de la obra huye de los tópicos de postal. Pretende, en lugar de adentrarse en verdes praderas, en solitarios acantilados de bucólica contemplación, desplegar un itinerario alternativo y novedoso que nace y muere en puntos cardinales inspirados en los escritores irlandeses. Sus lugares de nacimiento, los escenarios de las ciudades y pueblos donde vivieron, las calles por donde deambularon sus personajes, los ambientes en que basaron los temas de sus libros. 
Nos explica la importancia de estos en el devenir histórico de Irlanda, bien glosando el ansia de independencia en sus escritos o como miembros activos de los levantamientos armados.
El listado es amplio y heterogéneo. Jonathan Swift, Samuel Beckett, Brendan Behan, Patrick Kavanagh, George Bernard Shaw, Oscar Wilde, son algunos de ellos. Pero las referencias a James Joyce y a William Buter Yeats, se suceden incesantes por todo el libro. Sobre todo el discólo, culto, ebrio Joyce, con su literatura salvaje, compleja, rupturista, laberíntica, provocadora, como corolario del alma de Irlanda. Un escritor que deslindó el camino de la nueva literatura, tan mentado como poco leído.
Con profesional envidia narra como el 16 de junio, día de "Bloomsday", gentilicio del personaje del Ulises, Leopold Bloom, miles de personas se echan a las calles de Dublin, vestidos a la guisa de comienzos del siglo XX, para recordar el itinerario de la novela, recitando pasajes en homenaje a la obra y autor. Algo así es impensable en un país como España, que ha erigido como héroes patrios sólo a los futbolistas.  
También colaciona numerosas obras de autores que escribieron sobre Irlanda en determinados momentos como Heinrich Böll, en "Diario Irlandes", quizás uno de los testimonios escritos más afortunados sobre la Isla, o John Synge por las "Islas Arán", publicado en 1.907, que es una auténtica delicia descriptiva en un canto a la peligrosidad y armónica belleza de este pequeño archipiélago.
Además, como no podía ser de otra forma, dada la confesa inclinación del escritor, es también un periplo etílico. La mayoría de las jornadas finalizan o se sumergen en la plácida oscuridad de los Pubs, repletos muchos de ellos de fotografías y recuerdos de escritores. Se abren tantos páginas de libros como puertas de tabernas, donde Reverte describe el intenso ambiente de fraternidad y empatía, aderezado siempre de cantantes en directo, música instrumental sin grabación interpuesta, donde se interpretan canciones recurrentes del bagaje folclórico irlandés. Sones evocadores, con sabor de epopeya y elegía. 
El título "Canta Irlanda", resume esta característica del país. La historia irlandesa contada, cantada en poesías e himnos, todos ellos coreados en los pubs en unísona complicidad. Las charlas con los ebrios asistentes son de los más frescas y variopintas, oscilando desde la burda metafísica del alcohol en circulación por la venas a los aforismos más sabios.
La última parte cobra una marcado cariz sombrío. Mientras se adentra por los territorios y recuerdos donde acontecieron las batallas más significativas entre ingleses e irlandeses. Lugares como Drogheda, El alzamiento de Pascua, el Bloody Sunday. Citas al innombrable Oliver Cromwell, a la hambruna de 1845, la institución de la "Ascendencia", a la élite protestante sojuzgando la secular pobreza de los católicos de Irlanda. Lugares, en definitiva, con odios seculares impresos en las conversaciones, en el paisaje, en las pintadas de las paredes. Divididas por muros separando las ciudades en barreras inicuas y artificiales, segregando la espontánea convivencia de los vecinos. Mientras transita por estas calles se hace un bosquejo desapasionado y complejo de la cronología del conflicto, del nacimiento del IRA, de la Orden de Orange, del Sin Fein. Escasos datos pero profundo análisis. Sólo por este condensado estudio merece la pena leer el libro.
Pero me quedo con el recorrido en las islas de Aran. Un lugar inhóspito, de mares color de acero con el viento acechando a los escasos habitantes, cincelando un recorrido opresivo pero conmovedor. Después de leer el capítulo no he resistido volver hacia atrás en la lectura y sentir el viento precipitándome hacia los acantilados. 
A Javier Reverte le entusiasma Irlanda y transmite ese respeto por la indómita gallardía de sus gentes, sencillas, valientes, luchadoras, cálidas, amantes de sus escritores y de la música interpretada entre la tenue penumbra de sus Pubs, mientras sostienen una "pinta" en la mano. Cantan, eso sí, toda una sucesión de derrotas y tristezas. 
Quizás, sólo puede entenderse tal como lo escribió Victor Hugo, y es que, al fin y al cabo, "la melancolía es la dicha de ser inféliz".
No dejéis de leerlo.