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domingo, 2 de marzo de 2014

Apaches, de Miguel Sáez Carral

Miguel Sáez Carral nació en Madrid en 1968 y es licenciado en periodismo, aunque su actividad principal está dedicada a la creación y adaptación de guiones para televisión, con los que ha conseguido numerosos premios y reconocimiento del público. Como el mismo confesó en el encuentro de blogueros que propició el pasado martes la editorial Planeta, no ha entrado por decisión propia en el mundo de las redes sociales de las que se mantiene un poco alejado, por lo que no dispone por el momento de twitter o web personal, aunque está empezando su incursión en Facebook, forzado por las circunstancias y la publicación reciente de «Apaches», segunda de sus novelas tras «El tiempo de las arañas» publicada en el lejano 1997 y a la que habrá que asomarse . Como el mismo comenta, los «apaches» eran los buenos en las películas del oeste y con esto entenderemos fácilmente el título de este libro que no cuenta precisamente una historia de apaches del oeste americano, aunque sí de similares en el madrileño barrio de Tetuán de los años noventa del siglo pasado. En palabras del propio autor en una entrevista «"Apaches" es una mezcla entre lo que sucedió y lo que me hubiera gustado que sucediera. Lo bueno de la literatura es que puede redimir a la realidad». El book-trailer de la novela puede verse aquí con numerosos y a mi juicio certeros comentarios.

Miguel, Edi Sastre, el «Boris» y el «Dela» son los cuatro integrantes de una banda de delincuentes que trae en jaque a la policía en sus continuos asaltos y atracos al gremio de joyeros. Miguel ha nacido en el barrio de Tetuán de Madrid, pero ha conseguido terminar sus estudios de periodismo y escapar del barrio llevando una vida mejor, ordenada, con pareja y trabajo estable en una agencia de noticias. Su madre ha muerto y pasado un tiempo su padre sufre un infarto que reúne de nuevo a sus tres hijos, Miguel y dos hermanas, Teresa y Vicky, que detectan cosas extrañas en el modo de vida de su padre. Miguel rasca un poco y se encuentra de frente con un hombre arruinado, casi expulsado de su profesión de joyero, sin la fábrica que parecía tener y dirigir y ahogado por las deudas contraídas en su huida hacia adelante para volver a ser alguien, como siempre ha sido, en el entorno de la joyería profesional. No solo eso sino que su propio piso en el barrio y el de su hija Teresa están comprometidos y a punto de perderse. Con distintas formas de ver el asunto, Teresa, la mayor, se desentiende, Vicky la pequeña es todavía una estudiante y por todo ello la responsabilidad de sacar adelante a su padre, a u familia, es asumida plenamente por Miguel, que vuelve a su barrio de toda la vida y se instala en la casa de sus padres, tras romper con su pareja, su trabajo y su vida hasta ese momento. Descubre que su padre ha sido engañado y estafado por sus socios sin que haya movido un dedo y no haya posibilidades legales ni judiciales de recuperar lo estafado. Un amigo de la infancia y adolescencia de Miguel es Sastre, que se dedica a robos y atracos en polígonos con Boris y Dela. Íntimo de Miguel, que consideraba más familia la de Miguel que la suya, apoya en todo momento las intenciones de Miguel de dar su merecido a los colegas que han estafado y abandonado a su padre en forma de robos y atracos a joyerías, solo hasta conseguir retornar a su familia lo que era suyo. Pero en el barrio ha surgido un nuevo capo, el «Chatarrero» con el que hay que andar con mucho cuidado pues controla todo lo que sucede en el barrio y además con la única intención de hacer dinero. Los «códigos de honor» que toda la vida han imperado en Tetuán han sido violentados por este personaje que impone su ley. Comienza así una espiral de robos, atracos, y violencia protagonizados por Miguel y sus compinches, siempre cercados por la policía que sospecha de ellos, hasta que Miguel recupera todo lo perdido y salva su casa y la de sus hermanos. Pero ahí no acaba todo y cuando Miguel está a punto de volver a su trabajo y a su vida ordenada, los acontecimientos se disparan.

637 páginas devoradas en dos sentadas y casi podría decir que se me ha hecho corto. Y por supuesto no diría que había dejado atrás doscientas diez mil palabras pues hubiera dicho que habían sido la mitad. Pero los contadores no fallan en su edición electrónica quizá un poco y comparativamente subida de precio. Hacía tiempo que un relato no me encandilaba de forma tan absoluta. Quizá los recuerdos de mis andanzas por ese mismo barrio aunque veinte años antes, con mis primos y con mis tíos, cuando pasaba muchos fines de semana con ellos en su casa de la calle Marqués de Leis han hecho aflorar sentimientos escondidos que me han hecho vivir intensamente las andanzas de Miguel y sus compinches por las calles de Marqués de Viana, de Algodonales, de Tablada, el eje Bravo Murillo, el barrio vecino dela Ventilla, la frontera de la calle Orense … En todo caso y sentimentalismos aparte, la familia de Miguel, el barrio y sus personajes han quedado magistralmente retratados con una prosa fluida, sencilla pero ajustada, unos diálogos justos y una trama fiel y precisamente desarrollada que hacen al lector meterse dentro de la piel de los personajes y entender las razones, que no justificaciones, para cometer un delito tras otro, ya que para ellos no lo eran sino que estaban haciendo justicia, una justicia imposible de obtener por otros medios. El lector «va» con los «malos», como en las películas de indios, se identifica con ellos y comparte sus razones para hacer lo que están haciendo, fuera de la ley, con el fin de poner las cosas en su sitio, donde siempre debían de haber estado, conforme a las leyes no escritas del barrio que todos anteriormente respetaban.

Un retrato perfecto de una familia cualquiera de las que conformaban la España de los años noventa en un barrio obrero de una gran ciudad. Los personajes son cercanos, identificables, a los que el lector pone cara con suma facilidad, que contribuyen en la medida justa al desarrollo de un drama que huele a tragedia en todo momento pero cuyo desenlace se va posponiendo de forma controlada por el autor para tener en ascuas al lector. Cuando parece que todo ha terminado, comienza de nuevo, como el Ave Fénix renaciendo de sus cenizas. Cuesta trabajo pensar que varios de los delitos relatados en el libro han sido reales, convenientemente disfrazados según el propio comentario del autor. Huele a película de éxito que no sería muy difícil de llevar a cabo en el atrevimiento que confiere la ignorancia del que escribe.

A pesar de que el libro en papel me fue regalado promocionalmente por la editorial, he adquirido su versión digital para releerle de nuevo más adelante y contribuir modestamente al éxito que en mi opinión se merece y que esperemos no tarde en llegar. Sin entrar en tecnicismos literarios, me he entretenido mucho, me he divertido mucho y me ha llegado mucho. Mi más encendida enhorabuena al autor.

1 comentario:

  1. Perfecta reseña la de Angel Luis con la que manifiesto mi total acuerdo. A mi me ha recordado esta novela a otra que leí hace años, y por recomendación del mismo Angel Luis, esa novela era El significado de la noche, de Michael Cox. Y el recuerdo viene porque el lector enfatiza y está totalmente a favor del asesino, porque el asesino ha hecho justicia.
    Al fin y al cabo es lo que ocurre en esta novela, y además de forma continuada el autor nos mantiene en vilo hasta la última línea, porque cuando parece que todo está ya rematado, siempre queda algún cabo suelto que hay que rematar.
    Ya estoy ansioso por ver publicada alguna nueva aventura de este autor, que según nos ha manifestado será ficción pura, aunque yo creo que él ha sabido mezclar perfectamente realidad y ficción en ésta.
    Por último señalar que aunque algunos podrían calificarla de novela negra, que tiene mucho de ella, yo resaltaría otros aspectos muy importantes, y aunque tampoco diría que es una novela de amor, que hay mucho en ella, destacaría aspectos que me han gustado muchísimo, la justicia, el espíritu de superación, las relaciones familiares, la amistad, el amor, pero sobre todo el espíritu solidario que se manifiesta en un barrio que es como un pequeño pueblo, y que muchas veces echamos tanto en falta.
    Mi enhorabuena al autor por esta gran novela y mis mayores deseo de éxito en esta y las siguientes.....

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